Knez Mihajlova |
Serbia ofrece al viajero una oferta alternativa al turismo europeo más habitual. Situada en el cruce de caminos natural entre Oriente y Occidente, Serbia alberga un patrimonio histórico que recoge las más espectaculares muestras culturales de ambas civilizaciones. Además, el país continúa ofreciendo al visitante extranjero una excelente relación calidad/precio.
¿Qué actividades podemos llevar a cabo durante la escapada?
Día 1.- Llegada a Belgrado y visita a los principales monumentos y lugares de la ciudad, como la Plaza de la República, la Fortaleza de Kalemegdan o Skadarlija, el distrito bohemio. En el mismo Skadarlija se puede cenar en alguno de sus muchos restaurantes con música tradicional en vivo. Para terminar el día, nada mejor que visitar alguno de los numerosos pubs y clubes nocturnos cercanos.
Sremski Karlovci |
Día 3.- Para acabar el fin de semana, un último día por Belgrado en el que conocer Zemun, original pueblo pesquero a las orillas del río Sava, que fue absorbido por la metrópoli en las últimas décadas. Pocos kilómetros más allá siguiendo el curso del Sava se encuentra la isla de Ada Ciganlija, un parque junto a la ciudad donde los belgradenses van a la playa y a practicar deporte cuando suben las temperaturas. Acabamos el día en las kafanas, restaurantes y clubes ubicados en las riberas de los ríos.
Para Gonzalo Santamaría, representante de la Oficina Nacional de Turismo de Serbia en España, “esta escapada de tres días permite conocer lo más representativo de la cultura serbia. Las dos ciudades poseen una gran oferta monumental, que incluye impresionantes fortalezas e iglesias, pero además son dos de los lugares más abiertos y con más vida de Europa. Su oferta de ocio y su hospitalidad no dejarán indiferente a ningún visitante”. Santamaría concluye: “Serbia es el destino perfecto para aquellos viajeros que buscan algo diferente”.
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