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lunes, 25 de febrero de 2013

Tesoros culturales serbios: Fortalezas Medievales

En Serbia se conservan los restos de cerca de 40 ciudades fortificadas y fortalezas medievales. Fueron construidas en puntos estratégicos a lo largo de ríos, caminos y límites fronterizos. Sus macizos muros de piedra cuentan mil historias sobre luchas e invasiones, sobre desconocidas culturas que llegaban de muy lejos para desaparecer sin dejar casi rastro y sobre el devenir del tiempo con posos de múltiples acontecimientos. Cada una de estas fortalezas ha tenido muchos señores distintos y cada uno de ellos la ha reconstruido, reforzado y adaptado dejando su impronta tras de sí. 

Algunas fortalezas eran sólo puestos militares; otras, protegían casas señoriales y las de sus vasallos e incluso algunas fueron levantadas para proteger monasterios. Muchas de esas fortalezas fueron las precursoras de ciudades actuales. Sus torres y murallas defensivas rodeaban por completo el asentamiento – casas, tiendas, edificios públicos e iglesias. Al igual que otras muestras relevantes de la arquitectura militar europea, las fortalezas serbias forman parte de un rico patrimonio cultural y son una visita indispensable para los visitantes.

Fortaleza de Petrovaradin

Vista de Novi Sad desde Petrovaradin
La Fortaleza de Petrovaradin, también conocida como “El Gibraltar del Danubio”, está situada sobre una rocosa colina frente al casco histórico de la ciudad de Novi Sad. Debido a su situación geográfica dominante, muchos ejércitos quisieron conquistarla a lo largo de los siglos: celtas, romanos, ávaros, bizantinos, húngaros, turcos y, por último, los austríacos, que construyeron en el S.XVIII la fortaleza que hoy en día conocemos.

En muy buen estado de conservación, Petrovaradin es la segunda fortaleza más grande de Europa. Está considerada como uno de los mayores logros de la arquitectura militar europea del S.XVIII. Sus gruesas y fuertes murallas están hechas de ladrillo y fueron diseñadas con el propósito de aguantar el fuego de artillería pesada y proteger a las guarniciones superior e inferior que daban al Danubio.

Bajo el suelo de la fortaleza se distribuye una maraña de subterráneos, galerías y corredores. En la superficie, los barracones del ejército estaban preparados para acoger a oficiales y soldados e incluían arsenal, talleres y otros edificios cuya antigua labor defensiva ha sido sustituida por atracciones culturales y turísticas, así como galerías de arte.

El Observatorio y Archivo Histórico de Novi Sad se encuentra dentro de la fortaleza. La batería del puerto ha sido transformada en el Museo Municipal de Novi Sad, y uno de los barracones funciona como hotel, mientras que en las bodegas se han acondicionado numerosos estudios. La torre barroca y el reloj en el baluarte de Ludvig son las atracciones turísticas más populares y ofrecen al visitante unas magníficas vistas del Danubio y Novi Sad.

Fortaleza de Belgrado

La Fortaleza de Belgrado es el eje sobre el que gira la ciudad. El hecho de que Belgrado sea una de las ciudades en las que más batallas se han librado –hasta 115- es testimonio de lo relevante del lugar en el que fue construida la fortaleza. 

Kalemegdan de noche
En la confluencia del Sava y el Danubio se alzaba el antiguo asentamiento celta de Singidunum, sobre el que se levantó un importante fuerte romano. Más tarde, la ciudad estuvo bajo el poder de los bizantinos y los húngaros. Posteriormente, durante un corto período, la ciudad perteneció al rey serbio Dragutin, y durante siglos, los turcos y los austríacos pelearon por ella. Belgrado prosperó a comienzos del S.XV, cuando fue renovada por Lord Stefan Lazarevic, quien la transformó en una gran ciudad y capital de Serbia.

La fortaleza está formada por un recinto superior y un recinto inferior. En el recinto superior los gruesos muros están construidos según los fundamentos de los castros romanos. En ellos se encuentran la Puerta de los Lores, medieval, la Torre de Dizdar y la Puerta de Zindan, cuyas torres bien conservadas se utilizaron como prisiones turcas. El recinto inferior y el puerto están también fortificados y protegidos por torres. La Torre de Nebojsa, construida antes del S.XV, protegía la entrada al puerto. La Puerta Turca de Sahat, del S.XVIII, destaca entre las construcciones austríacas, además de las gigantescas murallas de ladrillo y la Puerta de Carlo, decorada según el estilo barroco.

Actualmente, la fortaleza está rodeada por el Parque de Kalemegdan y se ha convertido en un museo al aire libre y espacio para celebrar numerosos eventos culturales a lo largo del año. En el Edificio del Centinela se halla una galería del Museo de Historia Natural; el Observatorio está en la Torre de Dizdar, el Planetario se encuentra en los antiguos baños turcos y los conciertos y obras de teatro se llevan a cabo en el antiguo polvorín.

Fortaleza de Smederevo

En la confluencia del Jezava y el Danubio se alza una de las más hermosas fortalezas de Europa, Smederevo. La fortaleza fue erigida por el Lord Durde Brankovic como nueva capital estatal mientras el país resistía las duras incursiones turcas del S.XV. 

Smederevo
La colosal fortaleza, rodeada por completo de agua, parecía inexpugnable; sin embargo, en 1459, los turcos la conquistaron, acabando con el Estado Serbio medieval.

La ciudad fortificada tiene una enorme planta triangular circundada por 25 torres de 20 metros de altura y muros de cerca de 10 metros de alto por cuatro de ancho. La Ciudad Pequeña fue lo primero que se construyó, con un salón de ceremonias para las audiencias de Lord Durad y una torre del homenaje como último reducto para los nobles de la corte. Un poco más tarde, se construyó la Ciudad Grande, donde fueron desplegados los campamentos militares y las viviendas de la población local, protegidas por colosales torres rodeadas por un foso.

Hoy en día, la fortaleza está abierta a los visitantes y se utiliza como espacio para eventos culturales y deportivos de la ciudad de Smederevo.

Golubac

Golubac es una Fortaleza medieval construida sobre un escarpado risco en la orilla del Danubio, a la entrada del cañón de Djerdap, a 4 km de la ciudad del mismo nombre. Debido a su importancia estratégica, esta plaza fue fortificada desde tiempos muy remotos y reconstruida con cada uno de los varios cambios de gobierno que sufrió. 
Golubac
La fortaleza, tal y como se conserva hoy en día, se construyó en el S.XIV, y aunque fue conquistada en varias ocasiones tanto por los húngaros como por los serbios, fueron los turcos los que la ocuparon durante más tiempo. Golubac es una fortificación militar sin fisuras, su base tiene forma irregular, adaptada a la inclinación de la colina sobre la que se asienta. En lo más alto se encuentra la “torre sombrero”, desde la que descienden dos líneas de enormes muros con ocho impresionantes torres. 

La ciudad sólo era accesible a través de un estrecho paso fluvial. Los turcos construyeron una torre octogonal con plataforma para cañones a la orilla del río con el fin de proteger el puerto. Para obtener más control sobre los navegantes, unieron la torre con la Roca Babakay, que sobresale del agua junto a la orilla opuesta, con una cadena.

La ciudad de Golubac es una fortificación pequeña si se compara con Petrovaradin, Belgrado o Smeredevo, sin embargo es una visita obligada para los turistas por su belleza y entorno, ya que es la entrada al segundo cañón más grande del mundo, sólo por detrás del Gran Cañón del Colorado. 

Maglic

En lo más alto de los escarpados acantilados de la garganta de Ibar, en el camino entre Kraljevo y Usce, se encuentra una ciudad medieval, Maglic, a la que se asocian numerosas leyendas. No se conoce con exactitud cuándo fue construida ni tampoco quién fue su primer señor. Se supone que la ciudad fue levantada en el S.XIII para proteger los caminos del Viejo Raska y los monasterios de Studenica y Zica. Está registrado que, en el S.XIV, el Arzobispo Danilo II erigió nuevos palacios y celdas en la plaza.

Maglic es una de las fortificaciones medievales serbias mejor conservada y más hermosa. Las murallas de la ciudad siguen la forma que marca la estribación sobre la que fue construida. Está circundada por fuertes murallas con siete torres más una alta torre del homenaje en el extremo oriental. El interior de la fortaleza guarda los cimientos de la Iglesia de San Jorge (Crkva sv. Dorda), los restos de un palacio, un horno y una cisterna. Incluso hoy en día no es sencillo acceder a la casi infranqueable Maglic. Existe un plan para el desarrollo del futuro centro turístico de la fortaleza que incluye la construcción de caminos que faciliten el paso a los visitantes.

Fortaleza de Nis 

Fortaleza de Nis
La Fortaleza de Nis, situada en el centro de la ciudad junto al río Nisava, es una de las fortificaciones militares turcas en los Balcanes de mayor interés. Se construyó en el S.XVII, en el lugar en el que previamente se habían alzado de forma sucesiva una ciudad romana, una bizantina y una serbia en la Edad Media.

La fortaleza, de planta heptagonal con cinco baluartes, está rodeada por formidables murallas. Hubo un tiempo en el que la fortaleza también estaba totalmente rodeada por un foso lleno de agua; ahora sólo se conserva la parte norte. La entrada principal se encuentra en el sur, la Puerta de Estambul, pero existen otras tres puertas más – Belgrado, Vidin y la Puerta del Agua. Los baños son uno de los edificios más antiguos que se conservan de tiempos de la ocupación turca y datan del S.XV. Dentro de la fortaleza se encontraba la corte del pachá y el cuartel general de la guarnición, una biblioteca, los barracones, tiendas, polvorines y otros edificios militares.

En el interior de la fortaleza se desarrollan numerosas actividades culturales y turísticas. El arsenal y la Mezquita de Bali-Bey son ahora salas de exposición, mientras que las estancias de verano se han transformado en un importante centro cultural municipal, en el que se celebra el aclamado Festival de Jazz de Nisville.

viernes, 15 de febrero de 2013

Tesoros culturales serbios: el Imperio Romano

El actual territorio de Serbia es la intersección de antiguos caminos y el puente que conecta Oriente y Occidente, pero también fue una importante zona fronteriza para el Imperio Romano. Al comienzo de esta era, el gran Imperio Romano estableció su frontera balcánica en el Danubio. Diez bases militares fortificadas se erigieron a lo largo de esta línea defensiva, mientras que la retaguardia se interconectó mediante una red de carreteras que unían lugares muy distantes del Imperio. En las intersecciones de estos caminos florecieron grandes y ricas ciudades, capitales de las provincias y centros culturales.

La diversidad de monumentos de tiempos de los romanos, así como el hecho de que 16 emperadores naciesen y viviesen en tierras serbias, son un testimonio de la grandeza de esta región. Los visitantes pueden seguir los caminos de los emperadores romanos, visitar las ciudades y palacios imperiales y descubrir el legado único que los romanos dejaron en Serbia, parte del patrimonio cultural mundial.

Viminacium

Viminacium
No muy lejos de Pozarevac, ciudad a 82 km de Belgrado, se encuentran los restos de Viminacium, uno de los primeros campamentos militares en el Danubio, que se convirtió en una importante ciudad durante el siglo II d.C.

Durante los días de esplendor, Viminacium era una de las mayores ciudades romanas en los Balcanes. Casi no hubo un solo emperador que no visitase la ciudad. Era el principal centro militar en la frontera oriental del Imperio, un eje comercial, además de ser uno de los lugares en los que se acuñaba moneda y capital de la provincia de Moesia Superior.

Los bien conservados restos del espacioso anfiteatro, los baños públicos, el acueducto y las necrópolis son testimonios de cuan gloriosa llegó a ser la romana Viminacium. Los ornamentos y utensilios de cocina encontrados en las tumbas forman parte del Museo de Pozarevac y del Museo Nacional de Belgrado.

Hoy en día, Viminacium es un centro científico de investigación que se está convirtiendo en parque arqueológico y atracción turística con una auténtica ambientación romana en la que los visitantes pueden tomar parte en los trabajos de excavación.

Los pasos del emperador Trajano en Djerdap

Tabula Traiana
Durante las invasiones de Dacani (entre 101 y 106), el emperador Trajano puso en pie una serie de increíbles proezas arquitectónicas en Djerdap. Construyó la Vía Trajana a Dacia, hoy Rumania. Los restos de esa carretera son todavía visibles, así como la inscripción tallada en piedra, la Tabula Traiana (Placa Memorial de Trajano), que da testimonio del paso de la carretera hacia la rocosa costa.

Las inscripciones del emperador conservadas cerca del fuerte de Dijana, que protegía el canal, son testigos de la segunda proeza de Trajano, la construcción de un canal para establecer un paso seguro para los barcos.

La construcción del Puente de Trajano sobre el Danubio en los alrededores de lo que hoy es Kladovo, a 260 km de Belgrado, estaba considerada como un hito arquitectónico realizado por el famoso Apolodoro de Damasco. Era el puente más grande de la época, con 50 pilares y una longitud de un kilómetro, y dio gran prestigio al emperador Trajano, ayudándole a conquistar una nueva provincia. Incluso hoy, los restos de 1900 años de los pilares del Puente de Trajano, cerca del fuerte de Pontes, son aún visibles.

Felix Romuliana 

Felix Romuliana
En Gamzigrad, no muy lejos de Zajecar, ciudad a 250 km al este de Belgrado, se encuentran las ruinas de Felix Romuliana, residencia del emperador Galerio que se construyó en su localidad natal a comienzos del S.IV. La ciudad estaba resguardada por sólidas murallas y un gran número de torres que protegían el palacio imperial, un gran templo y otros edificios públicos y auxiliares.

Romuliana es el más atractivo de los monumentos romanos que se conservan en Serbia. Incluso hoy, la residencia emana regia elegancia. Los extraordinarios mosaicos, frescos y esculturas dan cuenta del clima artístico de aquellos tiempos.

Los dos mosaicos más hermosos que representan el Laberinto y al dios Dionisio fueron trasladados al Museo Nacional de Zajecar, donde también se exhiben esculturas como el retrato en pórfido del emperador.

Romuliana es parte del Patrimonio de la Humanidad UNESCO.

Naisus

Las carreteras que unían el Este y el Oeste del Imperio Romano se cruzaban en Nis. Por esta razón, la ciudad se convirtió en un relevante centro de comercio, además de importante productor de plata y armamento. Los tiempos de mayor esplendor en Naisus fueron aquellos bajo el mandato de Constantino el Grande. Este conocido emperador era originario de la ciudad y realizaba frecuentes visitas, lo que favoreció la construcción de edificios públicos.

Los restos de la antigua Naisus descansan bajo los cimientos de la Fortaleza de Nis y a lo largo de las orillas del Nisava. En la fortaleza se exhiben interesantes lápidas, pero el retrato en bronce del emperador Constantino se conserva en el Museo Nacional de Belgrado. Estatuas de bronce, platos, monedas y una cabeza femenina de bronce, quizás parte de una escultura de la emperatriz Theodora, se exponen en el Museo Nacional de Nis.

En Nis, la ciudad en la que nació Constantino el Grande, se celebrará en 2013 el 1.700 aniversario de la firma del Edicto de Milán (313), por el cual Constantino dio inicio a una nueva era histórica. El edicto legalizó el cristianismo, lo que interrumpió el éxodo cristiano y permitió que esta religión creciera a pasos de gigante.

Mediana

Mediana
En las afueras de la antigua Nis, a 5 km de Niska Banja, se hallan las ruinas de la residencia del emperador Constantino, en buen estado de conservación. En el espacioso complejo de Mediana, la villa del emperador estaba rodeada de una columnata abierta, residencias veraniegas, baños termales y muchos otros edificios. En el máximo esplendor del lujo imperial, las estancias fueron decoradas con mosaicos en los suelos, impresionantes frescos y estatuas de mármol.

El mosaico de Medusa y otras muchas esculturas se exponen en el Museo Nacional de Nis; el resto se pueden contemplar en el propio centro arqueológico.

Iustiniana Prima

No muy lejos de Leskovac, ciudad a 276 km de Belgrado, se encuentra una ciudad romana que data del siglo IV, Iustiniana Prima (la Ciudad de la Emperatriz), que el emperador Justiniano construyó en su lugar de origen como centro eclesiástico y administrativo de la provincia de Illyricum.

Desde un punto de vista urbanístico, Iustiniana Prima es una ciudad con una planta limpia y un patrón similar a las metrópolis antiguas. Los restos de la acrópolis, una espaciosa plaza circular, calles con rastrillos (pesadas puertas de hierro), una iglesia episcopal y casas de varios pisos son muestras del esplendor imperial y del espíritu cristiano de la ciudad. El apogeo de Iustiniana Prima fue corto. La ciudad fue destruida por los eslovenos y los ávaros en el año 631.

Las excavaciones en la zona rescataron numerosos objetos que se exponen, en su mayoría, en el Museo Nacional de Leskovac, y una pequeña parte en el Museo Nacional de Belgrado.


Sirmium

Sremska Mitrovica, ciudad a 75 km de Belgrado, se alza sobre los cimientos de una antigua población romana, Sirmium. Establecida en la intersección entre el río Sava y el camino que lo cruzaba, el asentamiento de Sirmium se convirtió en una de las mayores metrópolis de la época.

Ya en el siglo I d.C., Sirmium era una de las principales bases del ejército romano. Poco a poco se fue transformando en una gran y rica ciudad dedicada al comercio, capital de la provincia de Pannonia, para finalmente convertirse en residencia imperial. Los emperadores Decius, Probus y Maximinus nacieron aquí y Theodosio fue coronado emperador en la localidad.

El asentamiento estaba circundado por murallas defensivas, con un puerto en la orilla del río. En los siglos III y IV, Sirmium era una ciudad lujosa, con una plaza en el centro de la ciudad, anchas calles, baños públicos y palacios ricamente decorados con mosaicos.

En la actualidad, los restos del palacio del emperador, la basílica cristiana, el acueducto, el granero, el circo y las columnatas pueden contemplarse en el casco histórico de Sremska Mitrovica, mientras que los frescos y mosaicos se encuentran en el Museo de Srem en Mitrovica.

Singidunum

El pasado romano de Belgrado comenzó en el siglo I d.C., cuando Singidunum – un asentamiento fortificado celta – fue conquistado. Singidunum era una ciudad muy importante para la defensa de la frontera del Danubio. Estaba construida sobre las bases de un campamento militar que había sido fijado en la intersección del Sava y el propio Danubio, donde coincidían los caminos que conectaban las provincias de Moesia, Pannonia y Dalmacia.

Singidunum obtuvo el estatus de ciudad libre romana y fue residencia permanente de la 4ª Legión de Flavio. Es casi imposible no encontrar huellas de la Era Romana en el casco histórico de Belgrado: Kalemegdan conserva los restos del castro romano, el acueducto, una cisterna y un cementerio, mientras que bajo el pavimento belgradense se esconden incalculables tesoros arqueológicos.

En la Planta Romana de la Biblioteca Municipal de Belgrado se pueden contemplar fragmentos de un fuerte romano; una colección de lápidas se exhiben en los pasajes subterráneos de Barutana, y una colección de objetos que incluye platos y piezas de arte se conserva en el Museo Nacional y en el Museo Municipal de Belgrado.

jueves, 7 de febrero de 2013

Tesoros culturales serbios: la Prehistoria

Hace más de 40.000 años, los humanos ya habitaban las cuencas de los grandes ríos y las fértiles llanuras de Serbia. Durante este período, la región se convirtió en el hogar de las primeras civilizaciones y centro cultural más antiguo de Europa. Estos primeros moradores encontraron seguridad en las orillas del Danubio, y el cauce del río –la arteria más antigua de Europa- jugó un papel crucial al conectar las comunidades que surgieron. Para estas poblaciones de pescadores y agricultores, el río era la vida; una vía rápida de comunicación y transporte; la primera ruta comercial y una vía de transmisión de la cultura. 

Los antiguos mitos sobre el origen del mundo estaban íntimamente ligados al gran Danubio; el primer arte monumental de Europa (las deidades pisciformes de Lepenski Vir) fue creado aquí, y aquí también se descubrió una metrópolis de la Edad de Piedra – Vinca, la cultura más resplandeciente de la Prehistoria europea.

Cueva de Risovaca

La Cueva de Risovaca, cerca de Arandelovac, a 74 km al sur de Belgrado, conserva los vestigios más antiguos de los hombres que poblaron Serbia durante el Paleolítico.

En la cueva fueron descubiertos numerosos fósiles de animales prehistóricos y trazas del uso del fuego, así como herramientas talladas en piedra y hueso. Esos objetos se exhiben en el museo de Arandelovac y en la propia cueva, que ha sido transformada en un museo subterráneo del Paleolítico – el único museo de esta clase en el país.

Lepenski Vir

Lepenski Vir
Lepenski Vir, asentamiento que data de mediados de la Edad de Piedra, se encuentra en la garganta de Djerdap, en el Danubio, a 130 km de Belgrado, y conserva las muestras de una inusual y avanzada cultura prehistórica.

Lepenski Vir es el asentamiento más antiguo de toda la región. En un área de cerca de 3.000 m2, hay más de 100 restos de casas de planta trapezoidal, todas ellas cuidadosamente recuperadas. En Lepenski Vir también se descubrieron los primeros ejemplos de escultura monumental de Europa, del año 6.000 a.C., entre los cuales destacan las representaciones pisciformes de cabezas humanas.

Debido al aumento del nivel de las aguas del Danubio, el asentamiento ha sido recientemente relocalizado en un lugar superior – 17 m sobre el original. En el museo de Lepenski Vir en la garganta de Djerdap pueden contemplarse numerosos objetos hechos de hueso ornamentado y cerámicas decorativas.

Vinca

En la ribera derecha del Danubio, a 14 km siguiendo su curso desde Belgrado, se encuentra lo que se define a menudo como “la cuna de la primera Europa”, el asentamiento prehistórico de Vinca y de su cultura, que se extendió por los Balcanes entre el 5.500 y el 4.000 a.C.

Cerámica de Vinca
Vinca no es importante sólo por representar la cultura neolítica más suntuosa de esta zona, sino también por ser la muestra de Prehistoria europea más antigua. Vinca era una ciudad, con calles y edificios organizados de forma regular, y contaba con un buen número de artesanos y comerciantes que dieron lugar a un rico legado artístico, muy importante para nuestra comprensión de ese período de la Historia.

Los habitantes de Vinca tenían conocimientos de minería; dominaban la producción de cobre y lo usaban para fabricar hachas y ornamentos; también producían cerámicas cuidadosamente decoradas e inusuales figuras de deidades femeninas. Además usaban su propia escritura lineal, considerada una de las más antiguas escrituras conocidas.

Hoy, el lugar permanece cerrado a los visitantes; sin embargo, una buena parte de esa rica cultura se exhibe en el Museo de Vinca y en el Museo Nacional de Belgrado.

Plocnik

De camino a Djavolja Varos, en el sur de Serbia cerca de Prokuplje, se encuentra Plocnik, un emplazamiento arqueológico de tiempos de la cultura Vinca. En esta localidad se conservan restos de asentamientos del año 5.500 a.C. Plocnik era un centro de procesado de cobre y uno de los primeros lugares en los que se desarrolló la temprana metalurgia de la Edad de Piedra. En la actualidad, una fiel reconstrucción del asentamiento original ha sido construida en la localidad, constituyendo uno de los principales atractivos turísticos de la región del río Toplica.

Starcevo

En Starcevo, en la región de Pancevo, a 20 km de Belgrado, se encuentran los restos de la cultura paleolítica más antigua que se pueden encontrar en los Balcanes, que dibujan el inicio de la agricultura y los primeros asentamientos permanentes en el quinto milenio a.C. El asentamiento en la ribera del Danubio estaba constituido por viviendas de planta ovalada hechas de barro. De aquí son los cuencos de cerámica pintada con adornos rojos y negros y las figurillas de barro cocido que se pueden contemplar en el Museo de Belgrado y en el Museo de Pancevo.